El aficionado a la ciencia estadounidense Tim Friede se ha dejado picar cuatro veces por la serpiente más venenosa de África, la mamba negra, y lo grabó con una cámara.
La finalidad de este peligroso experimento fue poner a prueba su resistencia al veneno. Una picadura de ese reptil le garantizaría una muerte dolorosa a una persona normal en un lapso de tiempo de 15 minutos, informa The Daily Mail.
Pero no a Friede, que lleva 17 años inmunizándose de una peculiar manera, período en el que se ha infligido más de 200 picaduras de serpientes venenosas, esperando desarrollar una vacuna revolucionaria.
A este hombre de 39 años su obsesión con las serpientes le ha pasado ya factura en el terreno personal: su esposa rompió con él en 2016 tras 20 años juntos.
Por muy controvertidos que puedan parecer sus experimentos Friede goza de cierto apoyo en el seno de la comunidad científica.
Según el microbiólogo de la Universidad de California (EE.UU.) Brian Hanley, los 'tests' médicos muestran que Friede cuenta con el doble de anticuerpos contra los venenos que una persona normal.
"Cuestionar los resultados de Tim es igual que cuestionar que el cielo es azul", expresó a The Daily Mail.
ADVERTENCIA: No trate de repetirlo porque el veneno de la mamba negra es letal.
