Habitantes de Santa Gertrudis Copó en Mérida se plantaron ayer por la mañana en los bajos del Palacio de Gobierno, Ayuntamiento, y otras dependencias de gobierno para exigir respeto hacia sus espacios, así como una mesa de diálogo lo más pronto; y aunque no recibieron solución, seguirán en pie de lucha para tenerla.

A inicios de mes se dio a conocer que varias familias de dicha comisaría de Mérida fueron desalojadas de sus casas y reubicadas en Cocoyoles. 

El problema aumentó cuando comenzaron a construir los cimientos de una barda en el casco de la hacienda, la cual es Patrimonio Cultural del Estado de Yucatán.

Aproximadamente 224 personas inconformes por este hecho fueron las que firmaron un documento para que les den una respuesta de, al menos, quién o quiénes son los responsables de esto: “Nosotros como población sentimos que están invadiendo nuestros espacios públicos. Además, queremos el respeto a nuestro pueblo y también de alguna manera que haya una mesa de diálogo urgente”, dijo Leydi Cocom Valencia, una de las representantes.

En la manifestación que realizaron también presentaron un documento de donación dirigida al Instituto de Vivienda de Yucatán (IVEY) porque necesitan un campo de fútbol. “Ha habido diálogo con la licenciada Gabriela Hernández con la mejor disposición para hacernos la donación; sin embargo, nosotros necesitamos la certeza por escrito”, mencionó la representante.

Por su parte, el INAH se comprometió a darles una respuesta, pues la Hacienda fue nombrada como Patrimonio Cultural del Estado. En cuanto al Palacio de Gobierno de Yucatán, dijeron que éstos no emitieron respuesta, por lo que metieron por segunda ocasión su petición; la primera fue el pasado 20 de marzo.

En caso de no tener una respuesta concreta en las próximas dos semanas, Leydi Cocom expresó: “¿Cerrar Periférico?, ¿es necesario llegar a eso? O sea, ¿en la hora pico de City Center? No deberíamos, pero es la segunda solicitud, así que le pedimos a las autoridades, por favor nos hagan caso”.

Cabe mencionar que la comunidad de Mérida se ha visto afectada, pues “hace dos semanas hubo momentos de tensión porque llegaban personas a querer trabajar en la construcción que se detuvo, por ello necesitamos una respuesta pronta”, finalizó Martha Capetillo Pasos, del colectivo Indignación. La Verdad Noticias