Al principio empezó en una pequeña alcancía, ahorrando para alguna emergencia que pudiese surgir, pero con el tiempo decidió ir juntándolas en botellones de agua.

Su ahorro era a diario y a medida que fue pasando el tiempo las monedas se fueron acumulando más y más. Otto dice que en ocasiones gastamos en cosas innecesarias, así que un día tomó la decisión de aprender a administrarse mejor y cada moneda que guardaba en su bolsillo iba directamente a un botellón de agua; de igual forma, no le molestaba agacharse a juntar los centavos que se encontraba en la calle, pues sin importar el valor, lo consideraba un pequeño obsequio que la vida le hacía.

Durante muchos años no se presentó ninguna emergencia, pero desafortunadamente sus ahorros tuvieron que detenerse después de que sufriera un grave problema de salud que, lamentablemente, el seguro médico no podía cubrir.

Así que decidió recurrir a sus ahorros y en el banco tardaron más de 24 horas en contar todas las monedas que había ahorrado en 45 años. Cuando por fin terminaron, le informaron que el monto ahorrado era nada más y menos que de 5136 dólares con 14 centavos. Otto se mostró feliz pues ese dinero le ayudaría a ocuparse de su problema de salud. Asimismo entre todas esas monedas encontraron una moneda de colección, que vale alrededor de 2 mil dólares.

Este hombre no se arrepiente de todos los años ahorrando pues ahora podrá atenderse; además, cada centavo cuenta por más pequeña que sea la cantidad y el monto reunido le ha caído como una gran fortuna.

Un bidón de estos les puede servir para unas vacaciones, una emergencia o para los estudios.