Aunque apaguemos la luz y desenchufemos los aparatos
eléctricos, cada uno de nosotros contribuye sin darse cuenta al calentamiento
global, pues cuando enviamos un email, damos un like, navegamos en
internet o wasapeamos, estamos dejando una huella de carbono digital.
María es una universitaria que, como la inmensa mayoría de
la población alrededor del mundo, utiliza la tecnología diariamente para
mantenerse en contacto con otras personas, obtener todo tipo de
información, escuchar música, ver videos, guardar imágenes, documentos, y
un largo etcétera.
Esta mañana antes de salir de casa consultó el calendario
escolar en la página de la universidad para corroborar las fechas de exámenes,
y de camino a la escuela desde su teléfono inteligente envió saludos
a sus amigos a través de las redes sociales, sin pensarlo María generó una
porción de dióxido de carbono (CO2).
Es habitual ver a personas manipulando su teléfono
inteligente en una multiplicidad de sitios, gracias a los datos móviles,
pero cada tuit, comentario o búsqueda en internet emite una pequeña cantidad
de CO2, y aunque usualmente no lo asociamos con daños ambientales,
constituye una huella de carbono digital.
Redes contribuyen al calentamiento global
Cuando pensamos en el cambio climático, nos centramos
en las principales fuentes emisoras de carbono como las industrias
petroleras y mineras, así como el transporte y los autos particulares que
emiten enormes cantidades de gases, pero rara vez apuntamos a las tecnologías
informáticas.
La huella de carbono es la totalidad de gases de efecto
invernadero, que causan el calentamiento global, emitidos por la
acción directa o indirecta de los seres humanos, así la huella de carbono
digital es la producida por el uso de laptops, computadoras,
teléfonos inteligentes, tabletas e infraestructura como centros de datos y
redes de comunicación.
La contaminación que produce el uso de la tecnología se debe
al consumo de electricidad, que en gran parte es generada por medio de gas
o combustóleo que al procesarse producen CO2, y aunque hay métodos
alternativos para producirla, como paneles solares o energía eólica, éstos son
insuficientes.
El consumo de energía es gigantesco tanto por el uso de los
dispositivos individuales como por los centros de datos de empresas como Google,
Microsoft, Yahoo y Facebook, que cuentan con algunos de los más grandes del
mundo, los sistemas operativos móviles como iOS y Android, y millones de
aplicaciones.
¿Cuánta contaminación producen un Twitter y Google?
Un informe reciente de Gartner, compañía estadounidense
de investigación de las tecnologías de la información, señala que las
computadoras y monitores representan “alrededor del 40 por ciento de la demanda
total de energía y el 0.8 por ciento de las emisiones globales de CO2”.
“La energía que se necesita para enviar un tweet genera 0.02
gramos de CO2. Con 500 millones tweets enviados diariamente, se genera un total
de 10 toneladas métricas de CO2 por día”, según TweetFarts, la calculadora de
huella de carbono de la red social Twitter.
Google refiere que los buscadores emplean
alrededor 0.0003 KW/hora de energía para responder una sola consulta, es
decir, 0.2 gramos de CO2, así que imaginemos la cantidad de contaminación que
se genera si se realizan millones de consultas por día.
El diario The Washington Post precisa, citando
datos del libro de Mike Berners-Lee, “La Huella de Carbono de Todo”, que
el correo electrónico no deseado produciría 0.3 gramos de CO2, uno regular
emitiría 4 gramos y uno con un archivo adjunto produciría 50 gramos.
Debido a que la cantidad de usuarios de internet alcanza
niveles récord cada año, la situación ya ha suscitado preocupación por el
impacto del uso de las tecnologías de la información en el medio ambiente.
Twitter, Google y Apple buscan energías limpias
Un estudio publicado en el Journal of Cleaner
Production indica que se espera que el uso de la tecnología
contribuya a la huella de carbono global desde el 1 por ciento que se
registró en 2007 a 3.5 por ciento para 2020 y 14 por ciento en 2040, que es más
de la mitad de la relativa al transporte en el mundo.
Por ello, grandes empresas como Google, Apple y Twitter ya
trabajan en reducir, lo más posible, su huella de carbono digital, pues
además de realizar sus propios conteos de emisiones, han desarrollado programas
para que sus servidores funcionen basados en energía limpia,
como la eólica, por ejemplo.
A nivel individual, los expertos recomiendan entre otras
cosas reducir en lo posible el tiempo de uso de los dispositivos con acceso
a internet, principalmente los teléfonos inteligentes, y evitar la adquisición
apresurada de nuevos modelos, porque ello además produce residuos innecesarios
y excesivos.
Usuarios y proveedores de tecnología deben tener
consciencia de la contaminación que se está generando, y adoptar medidas
para reducir el consumo de electricidad como un primer paso para
disminuir la contaminación a nivel global.
En reciente entrevista con Notimex, el director general
de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Daniel Calleja, destacó que
el mundo va a "una transición hacia una economía en la que tenemos que
avanzar en la descarbonización".
Puntualizó que es necesario "reducir las emisiones y trabajar en procesos de energía limpia, movilidad sostenible y trabajar con nuevos materiales que nos van a permitir ser más eficientes y reducir las emisiones".
Publicado por:Noticias de Última Hora
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