Esta es la historia de Jessica Allen una madre estadounidense que aceptó alquilar su vientre a un joven ‘matrimonio chino’, sin embargo para su sorpresa durante su embarazo el doctor le anunció que tendría gemelos.

Antes de ser madre de alquiler Jessica ya tenía dos hermosos hijos propios, sin embargo el matrimonio que acudió a ella se encontraba tan entusiasmado por formar una familia que decidió prestar su vientre para la felicidad de esta joven pareja.

“Al principio creí que la madre biológica me había mandado las fotos para mostrarme cómo crecían,” confesó Jessica en una entrevista exclusiva a la BBC

A como fueron pasando las semanas Allen recibió un par de fotografías acompañadas de un breve pero angustioso mensaje diciendo:

“No se parecen, ¿verdad?”, decía el mensaje. Justo en ese momento Jessica Allen comenzó a cuestionarse y pensar qué había sucedido para que los pequeños recién nacidos fueran tan diferentes…uno tenía piel clara y el otro piel obscura.

Para la sorpresa de Jessica la madre se encontraba tramitando de forma urgente un análisis de ADN donde buscaba comprobar qué estaba pasando con sus bebés pues estos debían estar en China, en ese momento Allen no sabía como actuar o qué pensar.

Finalmente los pruebas de ADN anunciaron que uno de los pequeños sí era del padre biológico pero, el otro, no lo era. “En ese momento me asusté y llamé corriendo a mi trabajadora social”, así narró Jessica al programa de radio Newsday.

Lo que tuvo que hacer Jessica fue realizar un ‘test de ADN’ con la intención de averiguar de una vez por todas la verdad; y lo que encontró en el resultado la dejó perpleja, al parecer ella era la madre biológica de uno de los bebés pero ¡ojo!, en ningún momento ella falló durante el procedimiento de madre de alquiler, de hecho sucedió un extraño procedimiento en su cuerpo llamado ‘superfetación’.

¿En qué consiste este fenómeno? una superfetación ocurre cuando una vez quedando embarazada la mujer sigue ovulando llegando a ocasionar un segundo embarazo.

“Me rompió el corazón saber que había llevado dentro un bebé que era mío sin saberlo y que otros lo tuvieron en sus brazos,” así contó Allen al diario británico The Independet.

Después añadió: “Inmediatamente después de sacármelos de mi barriga se los llevaron a otra habitación, no los tuve ni un minuto en brazos, “señaló Allen. Una vez que supo la verdad acerca de su embarazo, la madre de alquiler encontró otro desafió: quedarse con su hijo o darlo en adopción, sin embargo esta decisión era clara.

“Mi marido y yo lo hablamos y decidimos que ese bebé era nuestro y lo queríamos con nosotros”, insistió la madre de alquiler.

A pesar de que Allen tenía a su recién nacido tenerlo en sus brazos no seria nada sencillo, pues legalmente ese bebé pertenecía al matrimonio chino. “Legalmente los niños no eran míos así que no tenían por qué devolvérmelos”, confesó en llanto la mujer.

Sin embargo el joven matrimonio chino señaló que necesitaban dinero de regreso pues el servicio no se había cumplido como estaba previsto.