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Mayo 15, 2019 11:00 PM
Ramón Mendoza Novelo fue impulsor de preservar predios coloniales de la ciudad

Ramón Mendoza Novelo fue impulsor de preservar predios coloniales de la ciudad

Orgullo de Valladolid

Las casonas antiguas y coloniales, del Centro Histórico y de varios puntos, son la mejor carta de presentación de la Sultana del Oriente/ Se reconstruye o levanta, lo que ayer se destruyó/ 3 de mayo, 11 años de su partida 

VALLADOLID.- El mayor impulsor de la protección del patrimonio arquitectónico, histórico y cultural de la Heroica Zací fue el Profr. Ramón Mendoza Novelo, quien en vida luchó a capa y espada contra autoridades y propietarios inconscientes que no tenían freno ni cortapisa para transformar sus predios, derrumbarlos para hacer modernos edificios o simplemente “desaparecerlos” para darle el “toque modernista” a la ciudad de Valladolid.

Poco a poco esa lucha, que muchos tildaban de locuras o extremismos, fueron permeando, creando conciencia ù obligando a que los propietarios de los predios y las autoridades municipales, estatales y federales vayan creando un reglamento en todos los sentidos para la defensa del Centro Histórico de la Gran Zací.

Hoy, las premisas, ideas y férrea defensa de Mendoza Novelo cobran vida de nuevo, con la inusitada “desesperación” de varios vallisoletanos por reconstruir, remodelar o levantar de nuevo casonas coloniales que le dan brillo, imagen y presencia al Pueblo Mágico, cuando algunos –o varios de ellos- fueron los impulsores de la modernista e irresponsable destrucción con “la piqueta del avance y desarrollo”.

A la vista están trabajos en varios céntricos predios, cuyos trabajos ya finalizaron -como el del Hotel Catedral, recién abierto-, en otro hotel que se construye en el enorme edificio que fue el Hispano Mexicano y sufre una profunda transformación de la fachada, según los conocedores en su aspecto original y, otro más, a un costado de Elektra, en el que se levanta una enorme casona de aspecto colonial, de la que aún no se conoce futuro.

"Hombre menudo, de personalidad discreta, sincero y cauteloso y -a la vez- con ese aire arrogante y orgulloso cuando defendía con gran pasión el patrimonio colonial arquitectónico de la ciudad increpando muchas veces a autoridades de alto mando y, claro, a los mismos propietarios de bellas casonas que, a su juicio, se deterioraban y perdían su majestuosidad en las muchas veces en que eran éstas modificadas". 

"Hace ya 11 años, el 3 de mayo, que esa aguerrida voz se ha silenciado, pero quedó en los vallisoletanos el rumor eterno de ese consejo que todos debemos guardar: cuidar y defender nuestro legado y patrimonio arquitectónico; sumarnos a ese clamor de convertir a nuestra tierra en la ciudad colonial y turística que todos deseamos: con ordenamiento vial, centro histórico con rescate integral que incluya el reordenamiento completo de letreros acordes al entorno, cableado subterráneo, reubicación de artesanos, taxistas y ambulantes –que tanto manchan y deslucen el corazón de nuestra ciudad- y sobre todo la cultura de cada uno de los ciudadanos para cuidar, conservar, proteger y defender todo aquello que nos pertenece. He aquí la herencia del profesor Mendoza".-(Leoenel Escalante, cronista).

El pensamiento de Ramón Mendoza fue acertado: Preservar el centro histórico y sus predios coloniales ante los embates del progreso y modernismo. Con su frase: “la piqueta del progreso y modernismo arrasa con otro predio colonial”, denunciaba continuamente en los periódicos regionales.

Mendoza Novelo, un pintor aferrado a las raíces de su pueblo, pasò toda una vida defendiendo la preservación del patrimonio arquitectónico, histórico y cultural de Valladolid en distintos foros, incluso ante medios de comunicación nacionales.

Vaya pues un reconocimiento amplio y justo a la memoria del Maestro Ramòn Mendoza Novelo por esa lucha que aunque parecía estéril, hoy rinde los frutos adecuados para hacer de Valladolid un tesoro preciado admirado por propios y extraños.- El Oriente

Publicado por:Noticias de Última Hora

Admin Mayo 15, 2019 11:00 PM YUCATÁN