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Septiembre 07, 2017 09:00 PM

Práctica ancestral tibetana a práctica criminal: usan buitres para desaparecer cadáveres (Vídeo no apto para sensibles)


Algunos piensan que esta clase de imágenes solo la ven gente sádica o algo raro, lo cierto es que esto es la realidad de la vida, tal vez en este caso no sea la realidad de algunos países pero si de otros así que generalizando, esto es la realidad de este mundo, esto pasa. Estos sistemas para deshacerse de cadáveres los utilizan bandas dedicadas a secuestros, drogas o simplemente grupos que quieren mantenerse completamente limpios y se deshacen de todos sus cuerpos.Cualquier cadáver animal o humano es detectado por estos animales a cientos de kilómetros, su comportamiento, como se muestra en las imágenes, es sobrevolar la zona una vez localizada la pieza, aproximarse en grupo y comérsela, la carne y los ojos es lo primero, en animales de piel dura la piel la dejan limpia pero no se la comen, y tardan mas en machacar los huesos, una vez separan trozos de hueso estos se lo llevan volando para terminarlo en otro sitio, en ocasiones se llevan partes tan grandes como los huesos de una pierna o pata que en vuelo pierden parte o todo.
AVISO: PUEDE HERIR SU SENSIBILIDAD
ESTAS IMAGENES MUESTRAN SANGRE, CARNE HUMANA Y COSAS QUE PUEDEN RESULTAR DE MAL GUSTO, SI NO QUIERE VERLO, NO LO VEA.


En el Tíbet, en las tierras de Litang, a 4.600 metros altitud, el suelo es demasiado duro para cavar una fosa y escasea la leña para hacer fuego. En esta zona del Tíbet, los muertos son entregados a los buitres desde hace 5.000 años, un rito inmemorial introducido por los nómadas en tiempos de Zaratustra. Ellos llamaban a sus altares “torres del silencio”.
Se desnuda el cuerpo de la persona fallecida, se rasura el pelo y se descuartiza el cadáver del ser querido con un cuchillo. Una vez separados los huesos de la carne, se machaca el cráneo con un martillo y se dejan sus restos sobre una piedra, donde son devorados por los buitres. Solo cuando las aves terminan de comer, se considera que su alma ha ascendido a los cielos.

“Funeral celeste”

Durante el ritual, conocido como “funeral celeste”, el sacerdote (rogyapa) descuartiza el cuerpo delante de sus seres queridos y lo entrega a los buitres. Las aves arrancan grandes pedazos de carne que se llevan hacia el cielo. Cuando solo quedan los huesos, el sacerdote procede a machacarlos y a mezclarlos con harina, para que las aves terminen su trabajo.

Creencia budista: el cuerpo es un mero vehículo para transportar la vida

De acuerdo con la creencia budista, el cuerpo es un mero vehículo para transportar la vida; una vez que el individuo muere, y como última muestra de caridad, su cuerpo debe servir de alimento a los buitres sagrados. No en vano el buitre es considerado por los sacerdotes un ave muy budista: no mata a otros seres y acepta lo que le viene, el curso natural de las cosas.

Monasterio de Drigung Til

El monasterio de Drigung Til recibe unos diez cuerpos al día. El ritual se practica allí desde hace siglos. “Acabo agotado todos los días” – dice Celha Qoisang, el sacerdote encargado de los rituales. El hombre ha descuartizado una docena de cadáveres cada día desde hace 15 años.
“Una de las cosas más terribles que le pueden suceder a un muerto – explica Qoisang – es que los buitres no se lo coman”. Porque aquí arriba, en las llanuras de Litang, el hecho de que los carroñeros no arranquen hasta el último jirón de tu carne se considera un mal presagio.


Publicado por:NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA

Admin Septiembre 07, 2017 09:00 PM Sin categoría