MONTERREY, NL.-En el lujoso barrio de Calabasas donde viven celebridades como Kim Kardashian, Kanye West y The Weeknd, hay un charro que a veces se pasea a caballo...
Él es Pepe Aguilar, un cantante arriesgado e independiente a quien ahora le toca ganar con su espectáculo ecuestre, pero en el pasado, dijo, se enfrentó al fracaso y en alguna ocasión terminó en su camerino llorando, porque a este zacatecano de 1.96 metros no le da pena decir que es "muy chillón".
No me quedó de otra. En los últimos 20 años me he tenido que independizar. Todo ha sido picar piedra y eso me llevó a tener una total autosuficiencia: Soy 100 por ciento dueño de mi carrera", afirmó Pepe.
El éxito le sonríe a este charro, quien tiene más de 10 años viviendo en Calabasas, California, donde varias celebridades mundiales son sus vecinos.
"Sé que ahí viven, sé cuáles son sus casas, pero no creo que tengan mucha idea de quién soy, pero, bueno, estas personas son famosas a nivel global, es curioso que vivan en mi misma cuadra, ¿no?, ¡qué chistoso!
Es una colonia muy especial, no es que sea muy cara o muy acá, ostentosa, pero tiene características especiales dentro de Los Ángeles, es como un pueblito de los años 70 donde pueden andar a caballo. Está con sus casetas y no entra la gente", compartió.
Por eso muchos artistas que se hartan de la ciudad y se van para allá.
"Ahí tenemos caballos, salimos a caballo, son como montañas, es muy bonito. Y llegamos de casualidad después de que una casa no me la quisieron vender por ser mexicanos", declaró.
Pero más allá de ser vecino de famosos, Pepe Aguilar sigue enfocado en trabajar como artista independiente.
"Lo último que me quedaba y que hace año y medio se acabó, era tener un management; ahora ya tengo mi propia oficina. Ya (tengo) todo: disquera, productora de espectáculos, editora de música, dos disqueras: una donde están mis hijos y otra yo, una agencia de marketing y una productora digital", agregó.
Todo lo que requiere un artista: disquera, mánager, productor y empresario, ahora lo resuelve él solo.
"Lo que me faltaba era ser empresario de mis propios shows, y ahora ya lo estoy haciendo", aseguró.
Pero este trabajo es difícil, aseguró, se requiere de organización y compromiso. Tan sólo en el espectáculo ecuestre son 156 personas las que laboran con él.
"Te salen canas, hernias, se te sube la presión, no duermes, pero lo que todavía no me pasa es que no bajo de peso. Todo lo demás sí se ha fregado, pero el peso ahí sigue", comentó sonriendo.
Jaripeo Sin Fronteras, que hace con sus hijos Ángela y Leonardo, y su hermano Antonio, regresó a la Arena Monterrey la noche del sábado donde se presentó con sold out al reunir 16 mil personas. Volverá al mismo recinto el 23 de mayo.
"Estaba recordando la tremenda experiencia que vivimos anoche (sábado) en la Arena, donde en esa misma Arena hace siete años no entraron ni tres mil personas.
"Yo también fui empresario, perdí hasta lo que no sabía que se podía perder. Y me encerré en mi camerino a llorar. No era la pérdida del dinero, sino todo lo que significaba eso mi carrera. Era empezar otra vez", declaró.
¿Y lloraste literalmente?, se le cuestionó.
"Claro. Yo lloro a cada rato, soy rechillón".
Pero esa no fue la única vez que tuvo pérdidas económicas en un show en Monterrey, también recordó el concierto que organizó en 1988, en la Plaza de Toros, cuando hizo una gira de rock con su banda Equs y otras agrupaciones.
Reforma.
Publicado por:Noticias de Última Hora
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