EE.UU. El 13 de septiembre de 2023, paramédicos de Evansville, Indiana, atendieron una emergencia que marcaría sus vidas. Al llegar a una vivienda en condiciones deplorables, encontraron a un bebé de seis meses en su cuna, cubierto de sangre y con más de 50 mordeduras de rata en su cuerpo.
La escena era desgarradora: los dedos de la mano derecha del bebé estaban gravemente dañados, con los huesos expuestos debido a las mordeduras. Un año después, el padre del menor, David Schonabaum, de 32 años, fue declarado culpable de tres cargos de negligencia infantil, según informes del Evansville Courier & Press.
Condiciones inhumanas
La vivienda donde vivía el bebé y su familia era una trampa mortal. Fotografías del lugar revelaron una casa invadida por ratas e insectos, con basura y excrementos de roedores esparcidos por todas partes.
Según la fiscalía, las condiciones del hogar eran inhabitables, y el bebé sufrió mordeduras tan severas que quedó permanentemente desfigurado.
Cuando llegaron los paramédicos, la temperatura corporal del bebé era peligrosamente baja, de 34°C (93.5°F), y su presión arterial estaba en niveles críticos. De inmediato, fue trasladado en helicóptero a un hospital especializado en Indianápolis, donde recibió transfusiones de sangre y tuvieron que amputarle varios dedos debido a la gravedad de las lesiones.
Negligencia sistemática
El juicio reveló que Schonabaum tenía la responsabilidad de mantener un ambiente seguro para sus hijos, pero permitió que la situación se deteriorara. El Departamento de Servicios Infantiles (DCS) había instado durante dos años al padre a mejorar las condiciones del hogar, e incluso le proporcionaron trampas reutilizables para las ratas en varias ocasiones, sin que se observara ningún cambio.
La madre del bebé, Angel Schonabaum, y su hermana, Delaina Thurman, también fueron arrestadas tras el incidente. Thurman, madre de dos hijos, fue sentenciada a dos años de libertad condicional en enero de 2024 después de llegar a un acuerdo por cargos de negligencia. Angel, la madre del bebé, aún no ha sido juzgada.
Durante el juicio, la fiscal del condado de Vanderburgh, Diana Moers, describió la situación como “inimaginable” y relató cómo el bebé vivía en una auténtica “casa de los horrores” junto a sus hermanos.
La cuna del bebé y la manta estaban manchadas de sangre, y se encontraron huellas de ratas en el contenedor de pañales. A pesar de la intervención del DCS en múltiples ocasiones, la situación nunca mejoró. Tres de los niños ya habían sido mordidos por ratas antes del incidente.
Un juicio revelador
Durante el proceso judicial, un médico testificó que el bebé estuvo al borde de la muerte debido a la pérdida de sangre, y que las mordeduras de rata le causaron lesiones permanentes. El DCS presentó pruebas de sus esfuerzos anteriores por mejorar la seguridad del hogar, lo que dejó claro que Schonabaum tuvo múltiples oportunidades para corregir la situación, pero se negó a cooperar.
La fiscal Moers pedirá la sentencia máxima de 16 años de prisión para Schonabaum, cuya sentencia final será el 2 de octubre de 2024. Moers destacó que a Schonabaum se le ofrecieron todos los recursos comunitarios para mejorar las condiciones de vida de sus hijos, pero él no hizo nada al respecto.
Este acusado le falló a sus hijos. Fueron víctimas de una realidad abrumadora y trágica”, concluyó la fiscal.
La intervención de las autoridades
El caso ha generado preocupación por la falta de acción efectiva tras las múltiples advertencias. Meses antes del incidente, el DCS había visitado la casa para intentar abordar los problemas de seguridad. Además, un proveedor externo instaló trampas reutilizables para ratas y brindó asistencia continua para mejorar las condiciones del hogar, pero los esfuerzos fueron en vano.
El juicio mostró cómo, a pesar de las intervenciones, la negligencia de los padres permitió que la situación alcanzara un punto de no retorno, dejando al bebé y sus hermanos atrapados en una pesadilla.
Información clave sobre la negligencia infantil
La negligencia infantil es un delito grave que pone en riesgo la vida y el bienestar de los menores. Los padres o tutores tienen la obligación legal de garantizar un entorno seguro y saludable para sus hijos.
Intervención de servicios sociales: Las agencias como el DCS juegan un papel crucial en la protección de los menores. Sin embargo, la colaboración de los padres es esencial para que las intervenciones sean efectivas.
Publicado por:Noticias de Última Hora
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