El síndrome de ovario poliquístico es el
trastorno hormonal más frecuente en la mujer. Este suele aparecer en las edades
reproductivas, indicó Miguel Escalante Pulido del IMSS Jalisco.
“Es en personas jóvenes, puede ser a partir
de los 15 o 16 años que están empezando a ovular, y el pico máximo es entre los
20 y 35 años, después disminuye, incluso después de lograr un embarazo estos
trastornos pueden desaparecer, se empieza a regular el ciclo menstrual y se
genera mejor impulso nervioso hormonal,” indicó.
Refiere que hay estimaciones de que entre
un 25 a 30 por ciento de las mujeres en estos rangos de edad han tenido o
tienen algún desajuste hormonal. Tan sólo en el servicio de Endocrinología que
él encabeza se atienden entre cinco y 10 casos al mes de Síndrome de Ovario
Poliquístico.
Para poder establecer un diagnóstico,
indicó que además del uso de ultrasonido, se analizan las condiciones
bioquímicas de la paciente. “Una progesterona muy baja que nos habla de
anovulación, alteración en las hormonas andróginas, en la producción de
testosterona, y puede haber aumento de niveles de prolactina, otra alteración
es que da pie al incremento en la producción de lípidos, es decir a la
dislipidemia, aumento de triglicéridos y disminución del colesterol bueno
(HDL)”.
Advirtió que además de los efectos mencionados,
y de la dificultad de concebir debido a la ausencia de menstruación por varios
meses incluso, el Síndrome de Ovario Poliquístico incrementa considerablemente
el riesgo de presentar resistencia a la insulina.
“Cuando hay mucha testosterona, se manifiesta
acné, hirsutismo (exceso de vello facial y corporal) o en lugares donde
normalmente no lo tienen como la espalda, el tórax, etcétera, esa misma
resistencia a la insulina les ocasiona también acantosis, que es un
engrosamiento de la piel pero con una coloración obscura, generalmente en
cuello o axilas y que es indicativo de resistencia a la insulina”, añadió el
especialista.
Indicó que existen reportes de seguimiento
por varios años a pacientes con estos desajustes hormonales, y se ha detectado
elevación de riesgos cardiovasculares como arterioesclerosis y trombosis,
debido a la dislipidemia que el propio Síndrome de Ovario Poliquístico general
y a la resistencia a la insulina.
De hecho, añadió el experto del IMSS
Jalisco, hasta un 30 o 40 por ciento de estas pacientes, pueden presentar
alteraciones de glucosa, desde intolerancia hasta diabetes mellitus.
Añadió que son minoría las pacientes que
requieren de una intervención quirúrgica, exceptuando los casos en que los
quistes tienen dimensiones de cuatro o cinco centímetros, no obstante el 95 por
ciento mejoran su condición con tratamiento hormonal y con medidas higiénico
dietéticas.
“Invariablemente todas las pacientes
mejoran con una dieta balanceada y bajando de peso, mucho del trastorno va a
mejorar si cambiamos nuestros hábitos de alimentación”.
Publicado por:Noticias de Última Hora
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