Stephanie Demner visitó Tulum y en una de sus sesiones de fotografías en la playa se encontró con un menor que paseaba una percha plagada de pulseras para su venta. Le cayó en gracia el menor y se hizo dos instantáneas con él y las compartió en Instagram .

Lo que ella pensaba que era una publicación inocente de una anécdota en Tulum se le volvió en contra en pocas horas. Aunque abrazaba y besaba al crío en señal de que se había caído bien, la comunidad tuitera ha visto en este ‘postureo’ muestras de racismo y promoción de la explotación infantil. 

Ante el aluvión de críticas, Stephanie Demner optó por eliminar las fotografías de la polémica de sus redes sociales, pero antes quiso aclarar lo ocurrido. “Para los que están comentando que es trabajo infantil, eso está lejos de eso. El papá vendía las pulseras y Alex (el menor) lo acompañaba porque no tenía con quién quedarse y se quedó conmigo un rato jugando. ¡Nada más!”, explicó la argentina.