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Julio 09, 2019 02:00 PM
La Guardia Nacional es un proceso de desaseo y torpeza: Investigador

La Guardia Nacional es un proceso de desaseo y torpeza: Investigador

AMLO está cometiendo el mismo error de militarizar la seguridad pública

Las protestas de policías federales que se niegan a integrarse a la Guardia Nacional junto a elementos del Ejército y de la Marina no solo son un mal mensaje, también evidencian el desaseo y la torpeza con que la autoridad conduce este proceso de formación de la nueva institución, así lo señala Alejandro Madrazo Lajous, profesor investigador del Departamento de Estudios Jurídicos del CIDE.

En entrevista exclusiva para EL DEBATE, el también integrante del Colectivo #SeguridadSinGuerra enfatizó que la Guardia Nacional del presidente Andrés Manuel López Obrador es un juego de etiquetas, igual que lo hizo su antecesor Enrique Peña Nieto, que «jugó con la etiqueta de seguridad pública a seguridad interior», pero además es también una violación a la Constitución por no acatar lo que se aprobó durante el mes de marzo en el Congreso de la Unión, indicó: «La Policía Federal puede ser criticada en muchos sentidos, ha cometido muchos abusos, pero también el Ejército ha cometido muchos abusos, y, a la hora de entrar a la Guardia Nacional, los militares tienen pase automático, y a las policías federales sí se les revisa».

Madrazo Lajous advierte que el problema real en esta idea que tiene López Obrador la tuvo Peña Nieto y también Felipe Calderón: creer que se puede agarrar a los policías y meterlos a una corporación militar o agarrar a militares y vestirlos de policías y ponerlos a hacer labores de policías, sin que pase nada, pero sí pasa, pues los policías no son soldados y no quieren ser soldados, y los soldados no son policías y no pueden ser policías.

 

Lo grave de todo eso —afirma el académico— es que este cambio no nos proveerá de policías, porque los soldados no saben hacer el trabajo de la Policía, no saben actuar en población civil, no están entrenados para ello, y un ejemplo claro es lo ocurrido en mayo del 2017 en Palmarito, donde un militar ejecutó de forma extraoficial a un detenido: «Es un video donde vemos claramente que la Policía Militar no tiene idea de cómo comportarse con delincuentes en un contexto urbano, en población civil. Detienen a una persona, pero no la aseguran, no la catean, no ponen un perímetro para evitar el ingreso de otros vehículos. Palmarito es el ejemplo en México de cómo los militares no saben hacer el trabajo de policía y no deben hacerlo».

¿Está incurriendo el presidente de la República en alguna inconstitucionalidad?

«Estamos viendo al Gobierno abiertamente violando la Constitución y haciendo de la Guardia Nacional una extensión del Ejército en vez de construirla como una institución policiaca civil, como mandata la Constitución. Creo que difícilmente podría ser más abierta la violación, es ya equiparable a la violación en que incurrieron Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto al tener al Ejército haciendo labores de policías directamente. Lo absurdo es que hoy López Obrador sí tiene facultades temporalmente a través del quinto transitorio para utilizar al Ejército directamente en tareas de seguridad pública, pero, en vez de utilizar esa herramienta constitucional, lo que está haciendo es colonizando a la Guardia Nacional con la lógica del equipamiento, del personal y el mando militar. Prefiere violar el artículo 21 constitucional, haciendo de la institución que debería ser policiaca y civil, una institución castrense. Es un absurdo y un sinsentido».

¿Es solo un cambio de nombre y de uniforme a una institución que se ha formado en tiempo récord?

Parece una vez más el juego de las etiquetas. Enrique Peña Nieto jugó con la etiqueta de seguridad pública a seguridad interior para pretender que así no violaba la Constitución, y Andrés Manuel López Obrador está jugando con las etiquetas de guardia nacional y ejército para pretender que tampoco viola la Constitución, pero ambos la violan y ambos lo que han hecho es vendernos gato por liebre.»

Hay testimonios que nos hablan de que simplemente lo que hicieron fue ponerles una etiqueta de GN en el hombro, de que las capacitaciones fueron no solo insuficientes, sino prestadas en condiciones deplorables, en muchos casos ni siquiera hubo capacitación. Lo que sabemos de este proceso es de un desaseo y una torpeza brutal. Y el desaseo y la torpeza comienzan con la decisión de violar la Constitución, y esa decisión la tomó López Obrador».

¿Qué han dejado de hacer los Gobiernos?, porque ninguna estrategia ha funcionado en los últimos doce años, la inseguridad y la violencia siguen al alza

Lo que están dejando de hacer es construir policías profesionales. Y lo que están haciendo, y hay una continuidad profunda, es violar la Constitución, militarizar y centralizar la política de seguridad pública. Se ha incrementado la violencia, mínimo es una espiral de violencia que fue detonado por la decisión de Felipe Calderón de militarizar la seguridad pública, pero desde entonces no se ha dejado de militarizar la seguridad pública ni dejado de crecer en índices delictivos.

Lo que deberían hacer es invertir para construir policías a largo plazo, policías profesionales debidamente pagadas, entrenadas, profesionalizadas, atendidas en su seguridad laboral y prestaciones. Pero lo que están haciendo es destruir la capacidad del Estado para actuar y haciéndose cada vez más dependientes de la mano dura, de la fuerza militar, del manotazo, de la bala, y eso no es bueno».

¿Han eludido su responsabilidad los Gobierno estatales y municipales en cuanto a capacitación y profesionalización de sus policías?

Algunos sí; otros no. Justamente lo que tenemos que hacer es un análisis más sesudo de qué se ha hecho, dónde ha resultado, y tomar los casos de éxito para poder exportarlos. Yucatán claramente algo ha hecho bien porque no ha tenido la crisis de violencia que se está viviendo en el resto del país; Aguascalientes, donde yo vivo, claramente algo ha hecho bien, cuando Zacatecas y Jalisco, que son los estados colindantes, se han prendido en llamas en distintos momentos, y Aguascalientes ha logrado mantener la violencia bastante contenida.

Por cierto, me preocupa mucho la llegada de la Guardia Nacional a Aguascalientes, porque si algo nos dicen las intervenciones militares federales del pasado es que crece la violencia cuando hacen trabajo en la población civil. Vamos a ver al tiempo, pero lo que deberíamos estar haciendo es replicando los casos de éxito en vez de destruirlos homologándolos a la estrategia que ha fracaso en casi todas las demás partes del país, que es militarizar la seguridad pública».

¿Ve posibilidades de que el Gobierno federal rectifique?

Si las declaraciones recientes del presidente de la República y del secretario Alfonso Durazo son indicador de algo, no tengo mucha esperanza en que recapaciten. Parecen empecinados en descalificar a quienes hemos criticado esta política, en vez de tomar nota de que lo que están viendo ellos es producto de sus propios desatinos, de sus propios errores y su propio desaseo en la construcción de la Guardia Nacional».

¿De qué sirvieron los foros previos a la aprobación y conformación de la Guardia Nacional que hubo en el Senado?

Creo que sirvieron de mucho, sirvieron para concientizar el debate público, sirvieron para concientizar al Legislativo, y creo que al final nos dieron un texto constitucional que es, si no el óptimo, mucho mejor que la propuesta que el presidente hizo y que ahora está implementando.

Tenemos a la Constitución de nuestro lado, y eso vale mucho. Todavía en este país creo que la Constitución vale, y los ciudadanos tenemos que apostarle a cumplirla, aunque nuestras autoridades la violen. Esa tiene que ser la función de la ciudadanía: exigir el respeto, sobre todo cuando las autoridades la violan. Más que en ningún otro momento, como ciudadanos debemos ejercer nuestra función constitucional de ciudadanos todos los días. No solo es ir a votar, también es denunciar, exigir y, en este caso, demandar».

La legalización de las drogas, particularmente de la mariguana, ¿cree que ayude a reducir los índices de criminalidad en el país?

Creo que la regulación de las drogas, de todas, empezando por el cannabis, es una condición necesaria para poder empezar a mejorar en temas de seguridad. No es suficiente, pero sí es necesaria, porque eso va a permitir enfocar nuestros recursos en aquellos delitos que son gravosos para la sociedad, como son el secuestro, el homicidio, la extorsión, etcétera, y no andar correteando pacas de a kilo por todo el país, que, en realidad, o van destinadas afuera del país o que no generan un problema de salud pública grave en el país, y, sobre todo, que no se atiende a través de la prohibición».

El Gobierno de López Obrador ha acertado en demandar un cambio en la política de drogas y promover la regulación del cannabis. Se han tardado, pero tengo la esperanza de que muy pronto salga ya alguna regulación para sacar el cannabis del ámbito criminal. El problema que veo, cuando uno lee el reglamento de la Guardia Nacional, parece como si no se estuviera discutiendo la regulación de las drogas, hablan de combatir la tenencia, la posesión, y los poseedores son normalmente usuarios».

La llegada de la Guardia Nacional a Sinaloa

Entre la polémica y los señalamientos de ser una institución militar y no civil, como lo aprobaron en marzo los legisladores federales, el 30 de junio entró en vigor la Guardia Nacional en 150 regiones del país, con alrededor de 81 mil elementos, entre militares, marinos y policías federales (que luego se opusieron y acusaron violación a sus derechos laborales).

 

Publicado por:Noticias de Última Hora

Admin Julio 09, 2019 02:00 PM POLÍTICA