Juez deja que cura que abusó de niña afronte juicio en libertad

Aunque reconoció que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX) tenía pruebas suficientes para vincularlo a proceso y acusarlo del delito de abuso sexual agravado en contra de una niña de apenas 10 años de edad, un juez del Tribunal Superior de Justicia permitió al sacerdote Saúl “T” llevar su juicio en libertad.
De acuerdo con reportes obtenidos por La Razón, fue el juez penal Christian Porras Bernal, del Sistema Acusatorio Adscrito a la Unidad de Gestión, quien consideró que el cura no presentaba riesgo de escapar de la justicia. Por ello, le permitió salir del Reclusorio Oriente a donde había sido enviado por el Ministerio Público de la Procuraduría capitalina.
El fin de semana, la Fiscalía Central para Delitos Sexuales llevó a audiencia al sacerdote para sustentar la acusación en su contra por la agresión hacia una niña.
El Dato: La pequeña logró escapar cuando el sacerdote se distrajo por el sonido de las campanas de la iglesia.
La determinación del juez fue la de sólo aplicarle medidas precautorias, pero no mantenerlo en prisión preventiva.
Mientras dura su juicio, el clérigo tendrá prohibido oficiar alguna misa, además de que tiene restringido acercarse a la menor que lo acusa de la agresión. Aunado a ello, deberá acudir a firmar su boleta de libertad.
De acuerdo con los datos del juzgado que lleva el caso, la Procuraduría busca que el religioso alcance una pena de hasta 12 años y cinco meses de prisión por el delito de abuso agravado de menor de 12 años, el cual está tipificado en el artículo 181 bis. En él se detalla el agravante a “quienes tengan contacto con la víctima por motivos religiosos”.
Fue la semana pasada cuando este sacerdote le pidió a una de sus feligreses que le “prestara” a su hija de 10 años para que le ayudara a leer el salmo durante la misa del 14 de febrero.
La mujer aceptó y el sacerdote llevó a la niña a su casa, que se encuentra en la parte trasera de la iglesia, la cual se ubica en la colonia Buenos Aires, en la delegación Cuauhtémoc.
Sin embargo, ahí, enuna recámara en la que tenía un altar a la Virgen de Guadalupe, el sacerdote la agredió sexualmente.
Gracias a que sonaron las campanas del templo, el sacerdote se distrajo y esto le permitió a la pequeña escapar.
Mientras la niña pidió ayuda, el religioso se puso su sotana y fue de regreso al templo. Recibió a sus feligreses en la puerta de la iglesia y se dispuso a comenzar la misa.
Agentes de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSP) detuvieron al religioso y lo presentaron en la Procuraduría capitalina. (La Razón).

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