El exótico establecimiento se encuentra ubicado lejos del centro de la ciudad, sin embargo, la zona ha comenzado a ser muy transitada por los curiosos, como un ciudadano argentino, quien se convirtió en el primer hombre occidental en comer carne humana.
De acuerdo al comensal sudamericano, el sabor es muy parecido a la carne de cerdo, pero con una textura un poco más dura, aunque todo depende de la pieza que se elija; lo glúteos son la parte más tierna, aseguró.
Un platillo de este restaurante ronda los mil 200 euros (más de 26 mil pesos), debido a que la carne procede de personas que venden su cuerpo antes de morir.
De acuerdo a Uno más Uno, quienes se venden deben seguir un tratamiento médico para prevenir el deterioro de la carne después de la muerte natural. Además, las personas pueden obtener hasta 30 mil euros por su cuerpo, aunque dicha cantidad sería pagada hasta su muerte a sus familiares.
En 2014 la legislación japonesa permitió la existencia de restaurantes de carne humana, bajo ciertas condiciones sanitarias muy estrictas.