Colombia.- Tras la muerte de Pablo Escobar en 1993, las autoridades decomisaron los bienes y animales exóticos del exlíder del Cártel de Medellín, sin embargo hacía falta algo: sus cuatro hipopótamos, los cuales actualmente se han reproducido en las cercanías del municipio antioqueño Doradal, en Colombia y se han convertido en un peligro para la biodiversidad de Colombia, según explicó el director de la Corporación Autónoma Regional de las cuencas de los ríos Negro y Nara, Carlos Mario Zuluaga.
“Decomisaron todo lo de Escobar, se llevaron todos sus animales, menos esos. Una especie invasora, que entró de forma ilegal al país y que representa un peligro para la biodiversidad colombiana”, explica Zuluaga.
Carlos Mario Zuluaga estima que existen por lo menos 50 rinocerontes, sin embargo no duda en que existan más
“No son vacas, no podemos acercarnos, son animales salvajes, que están en estado silvestre”, dice el director de Cornare.
Incluso hay personas que han grabado la presencia de estos animales por las calles de Colombia, por lo que las autoridades esperan reubicarlos en zoológicos.
“Son un riesgo para la población ribereña. No podemos esperar a que ocurra una tragedia”, reitera Zuluaga, quien señalo que los primeros de estos mamíferos originarios de África llegaron a Antioquia desde Estados Unidos por orden de Pablo Escobar.
El biólogo de Cornare, David Echeverry, señala que se encuentra estudiando estos mamíferos para saber cómo manejar a estos animales, ya que afirma que Colombia es el país fuera de África en donde más de estas animales se encuentran, afirma Echeverry.
En 2009 cuando un grupo de soldados le disparó a Pepe, como llamaban al único macho de los cuatro hipopótamos comprados por Escobar, los ecologistas le pusieron los ojos encima al manejo de estos animales y un juez prohibió su caza controlada.
Desde entonces, la entidad que los cuida ha insistido en la necesidad de reubicarlos fuera o dentro del país en zoológicos.
“No tenemos un manual para manejarlos. Son muchos, están sueltos, libres, pesan hasta tres toneladas y pueden alcanzar velocidades de hasta 30 kilómetros por hora”, dijo Echeverry. También comen mucho, hasta 50 kilos de pasto al día, y sus pisadas generan daño en los bosques, agrega el experto.
El más reciente registro de estos animales fue en el 2017, cuando un hipopótamo se paseó por las calles de Doradal y un vecino del lugar grabó al animal, incluso la nombraron la “mascota” del lugar.
Fue tras este hecho que las autoridades volvieron a la lucha de poder reubicar estos animales, incluso el Ministerio de Ambiente se ha unido para buscar soluciones y poder tramitar los permisos necesarias para legalizar la saluda del país de los animales.
El temor -dicen los expertos- es que ataquen a los pescadores que se atreven a asomarse por las aguas en donde se mueven los hipopótamos y que el desplazamiento de otros animales ponga en riesgo la fauna nativa.
“Los hipopótamos son muy fuertes. No tienen problemas de reproducción, son tolerantes a la hambruna y a la sequía, a cualquier condición climática, en su hábitat natural estarían amenazados por grandes felinos, por cocodrilos, pero acá no son presa de ninguna otra especie. Están libres y con todas las condiciones para reproducirse”.
Debate.
Publicado por:Noticias de Última Hora
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