El estado tiene al noroeste del Parque Nacional de Arrecife Alacranes un alto potencial de reservas de hidrocarburos, según los trabajos de prospección sísmica realizados en la zona y confirmado por la “parcelación” de la licitación para exploración que han realizado las autoridades y que darán pie a una explotación a corto plazo. 

El jefe de Laboratorio de Parasitología e investigador titular del Departamento de Recursos del Cinvestav Mérida, Víctor Vidal Martínez, quien lideró a un grupo de expertos que por primera vez exploraron la profundidad de la zona de “Perdido”, en Tamaulipas, indicó que a nivel nacional fue una sorpresa que se abriera la exploración de la zona cercana a Alacranes. 

Detalló que aún faltan estudios que determinen el impacto que podrían ocasionar los accidentes petroleros en aguas yucatecas, por las corrientes submarinas e incluso por los efectos de los huracanes. 

Precisó que la exploración de hidrocarburos en el Área 30, que se ubica al noroeste del Parque Nacional de Arrecife Alacranes no fue desechada, sólo se pospuso, ya que existe gran interés en la búsqueda de hidrocarburos en esa parte del Golfo de México. 

Lo anterior, explicó, se puede observar en las zonas que se proponen explorar, así como los estudios previos que durante años se han realizado esa parte del océano. 

“La cerraron de forma momentánea (la licitación), ése es el punto, no es que se hayan olvidado del Área 30, se pospuso y la razón es que se requiere una serie de estudios ambientales previos para saber qué tipo de recursos hay ahí y se van a ver expuestos a todas las vicisitudes relacionadas con la exploración y la explotación de hidrocarburos, saber qué recursos en los alrededores se verán en riesgo por esas actividades”, expresó. 

El entrevistado, quien también es especialista clase III del Sistema Nacional de Investigadores, señaló que de acuerdo con los lineamientos de trabajo para la exploración de hidrocarburos -forma parte del Consorcio de Investigadores del Golfo de México (Cigom)- y las reformas en el sector energético, hay que tener una estudio de línea base para saber qué hay, después una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que permitan a la autoridad en la materia determinar según la viabilidad de impacto. 

Hoy existen algunos estudios generales, en el caso de su especialidad, de los parásitos de los peces que han estudiado en la Península de Yucatán, cuyas muestras se manejan con los colores de un semáforo, “los resultados han mostrado que está en buenas condiciones la Plataforma Continental de la Península, pero hace falta hacer estudios más detallados de otros niveles, sedimentos, peces y demás para tener mayor información”, apuntó. 

La licitación se pospuso porque aún se requiere una serie de estudios ambientales 

La zona 30 se ubica a 50 ó 70 kilómetros al noroeste del Parque Nacional Arrecife Alacranes (PNAA), no está lejos, pero se desconoce qué existe en sus profundidades, y se requiere saber qué tipo de recursos existen y se verán expuestos por la exploración y la explotación de hidrocarburos. 

Es un punto de interés porque esa zona está en el margen de la Plataforma Continental y la industria pesquera de Yucatán y Campeche la ven como una incubadora, ahí se genera el stock con el que se va repoblando el resto de la plataforma, eso permite que los pescadores puedan tener cada año sus recursos. 

“Todo eso está por estudiarse, no es que el Área 30 se haya olvidado, lo que sucede es que es muy importante saber cuál puede ser el riesgo”, precisó. Señaló que con los estudios se podrá planear cuáles podrían ser las medidas de emergencia en caso de que se presente un accidente, los cuales en la actividad petrolera son algo muy frecuente, “es una actividad de riesgo y más si se hará en profundidad”.