Junio 16, 2018 03:00 PM
En su 30 aniversario, en el Auditorio Nacional, Caifanes hizo vibrar a 10,000 personas
Como parte de los festejos de su 30o. aniversario, Caifanes ofreció un concierto en el Auditorio Nacional en el que hizo vibrar a 10 mil personas que desafiaron la lluvia.
Fue la noche de Los dioses ocultos, Viento, Nubes y La célula que explota. También, de Perdí mi ojo de venado y La negra Tomasa, justo Antes de que nos olviden. Fue un show de complacencias, pues la banda interpretó temas que desde hacía mucho tiempo no tocaba en vivo y le solicitaron en redes sociales.
En el repertorio figuraron Sombras en tiempos perdidos y Nunca me voy a transformar en ti.
También fue una noche de consignas políticas y sociales, un llamado a cuidar el medio ambiente y a defender los derechos humanos. Se trata, dijo el vocalista Saúl Hernández, de colaborar desde nuestro propio nido, que es nuestra casa y hacia al frente, que es la calle.
Apenas Saúl, Alfonso André, Diego Herrera, Sabo Romo y Rodrigo Baills salieron al escenario, los asistentes estallaron en júbilo. Cada uno de los músicos comenzó por poner ritmo a Los dioses ocultos, momento desde el cual fue difícil que los fans se mantuvieran en su asiento.
Todos de pie entonaron Viento y Nubes. Muchas gracias, es indescriptible lo que sentimos ahorita. Gracias por estar aquí, por acompañarnos, por seguirnos, por estar igual de necios que nosotros. Es un honor, una bendición estar aquí, enfrente de ti. Que Dios te bendiga hoy y siempre. Bienvenido a tu ritual, a tu ceremonia, expresó Saúl a manera de bienvenida.
La música continuó con Te estoy mirando, después de la cual Saúl se dirigió de nuevo al público: Otras veces hemos dicho que a la vida no le tengas miedo sino coraje. Tenle pasión, tenle una perspectiva muy grande de lo que eres tú y lo que puedes hacer. Y al amor nunca le tengas miedo porque es lo único que nos maneja, nos libera y nos mueve en todo el universo.
Algún día lograremos tener una evolución mental y probablemente también física, pero no la tenemos porque somos gente que todavía tratamos mal a los animales, lo cual muestra nuestro poco nivel de desarrollo.
Simplemente, raza, es un llamado de que tanto una hormiga como una ballena son igual de importantes. Una abeja y un halcón también son igual de importantes. Todo en esta estructura, en este universo, estas cadenas, el equilibrio, son importantes. Cero choro, ya me callo, dijo antes de que se escuchara Tortuga.
Apenas sonaron los primeros acordes de Debajo de tu piel y el Auditorio Nacional se conmocionó y así siguió hasta Para que no digas que no pienso en ti.
Antes de que nos olviden la dedicó a quienes están estudiando. En las pantallas centrales se proyectaron imágenes de los tres estudiantes de cine asesinados en Jalisco, mujeres muertas en Ciudad Juárez y los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. La nostalgia se apoderó más de los asistentes con Ayer me dijo un ave, dedicada a los fans niños que acudieron con sus papás.
Antes de despedirse el grupo emocionó con Cuéntame tu vida, Negro cósmico, Mátenme porque me muero, Amanece, Metamorféame, Perdí mi ojo de venado y Aquí no es así.
Parecía el final, pero la gente hizo regresar a los músicos a los tres minutos de haber dicho adiós. Diego Herrera tocó el saxofón como introducción a Quisiera ser alcohol. Después vino No dejes que y todo concluyó con La negra Tomasa. Fuente:MÉXICO (Notimex).
Publicado por:NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA