Mañana sábado el mercado municipal Lucas de Gálvez cumple 130 años de existencia y lo hace convertido en el centro de abasto más importante de Mérida y de Yucatán.

Diario transitan por sus pasillos de 50,000 a 80,000 personas que llegan en busca de frutas, verduras, hortalizas, mariscos y comida fresca, artesanías, ropa típica, alpargatas yucatecas, zapatos ticuleños, imágenes religiosas, joyería, herramientas de labranza y todo lo que una persona necesita para su vida cotidiana. Y lo más importante es que el Lucas de Gálvez capta la inmensa diversidad productiva de los pequeños agricultores o artesanos de Yucatán.

Todo ese mercado, incluyendo los anexos conocidos como Tianguis No. 1, Tianguis No. 2, Nave de Comida y Flores, Pescadería y Nueva Sección de Pollería, agrupa a 1,900 locales comerciales, grandes y pequeños, más las conocidas palanganeras que ambientan con su alegre y fuerte pregón los corredores. Sólo un anexo, La Pepita, está muerta, inactiva y en constante deterioro porque está cerrada a causa de su mal diseño.

El investigador y compilador de información histórica Manuel J. Zavala Gómez publicó un artículo en Diario de Yucatán el 21 de enero pasado en el cual recuerda que el mercado Lucas de Gálvez cumple 130 años este 16 de septiembre. El historiador indica que la inauguración de este mercado fue el 16 de septiembre de 1887 y en sus inicios lo conformaban sólo algunos puestos con cubierta de lona. Se llama Lucas de Gálvez en referencia al gobernador, intendente y capitán general de Yucatán de 1789 a 1792, don Lucas de Gálvez y Montes de Oca, quien fue asesinado el 22 de junio de 1792, a los 53 años de edad, en esta ciudad.

Ninguno de los locatarios con los que platicó el reportero sabía que el mercado más famoso y ubicado en el Centro Histórico de Mérida cumple 130 años, pero quienes llevan de 50 a 40 años en ese lugar guardan recuerdos nostálgicos porque allí dejaron sus vidas, allí crecieron y porque han fracasado en algún negocio, pero enseguida se reinventan y crean otro de nuevo giro, lo que los mantiene en el lugar.

Algunos locales permanecen cerrados o son bodegas en renta o venta, como se vio en el Tianguis No. 2, porque sus dueños tiraron la toalla o ya murieron.

El primer mercado Lucas de Gálvez, señala Zavala Gómez, fue demolido. En su lugar se construyó uno más amplio, de mampostería y techo de lámina, que fue inaugurado en 1909. Pero este edificio también pasó a la historia porque fue derruido y en 1948 se construyó el actual mercado, que por el aumento de vendedores creció inmensamente y se construyeron los anexos que tiene el día de hoy.

El Lucas de Gálvez moderno tiene nuevo drenaje que acabó con la pestilencia insoportable de años anteriores, tiene una planta de tratamiento de aguas residuales, sus pasillos están techados —lo que acabó con el lodazal y las aguas negras—, una parte tiene pisos de ladrillos, hay mejor ordenamiento, tiene vigilancia privada y de la Policía Municipal, tiene buena iluminación y servicio de agua potable, hay cierres estratégicos de secciones para mejor seguridad interna y hay un horario para el tránsito de los “diablitos” para que no obstruyan los pasillos ni atropellen a los compradores en las mañanas cuando hay intensa actividad.

El mercado grande de Mérida cumple mañana sábado 130 años de existencia.

Una de las características del mercado Lucas de Gálvez es la convivencia, solidaridad y compañerismo entre los locatarios porque se ayudan mutuamente, incluso, hasta el competidor vende mercancía de la vecina cuando aquella realiza alguna diligencia o va por su niño a la guardería y le entrega íntegro el importe. Con Información de Megamedia.