Mayo 24, 2018 09:00 PM
Detenidos en Los Ángeles en una operación contra la Mafia Mexicana
El FBI lo llama la banda de las bandas. La Mafia Mexicana, La Eme, el sistema de gobierno paralelo de las cárceles del sur de California, sufrió este miércoles uno de los golpes más duros de los últimos años con la detención de 67 personas y la acusación contra un total de 83 en la zona de Los Ángeles.
Las autoridades describieron un submundo de amenazas, asesinatos, extorsión y tráfico de drogas en las cárceles. Todos los implicados son ciudadanos estadounidenses, menos dos o tres.
En las dos denuncias desveladas hoy, que acumulan decenas de cargos, las autoridades detallan la historia y el funcionamiento de la legendaria Mafia Mexicana, una organización que surgió el las cárceles de California en los años 50 para proteger a los hispanos en prisión. A lo largo de décadas, La Eme (por la letra M) evolucionó hasta convertirse en una sofisticada organización criminal que controla toda la vida en las cárceles para aquellos miembros de bandas que caen en prisión. Se le llama la banda de bandas porque apadrina a estos presos a cambio de control sobre los negocios de las bandas en el exterior.
A veces, las bandas añaden a su nombre el código 13 (el número de la letra M en el abecedario), como la Mara Salvatrucha-13 (MS-13), para designar su afiliación a La Eme. Parte de la operación se ha desarrollado en Pomona, al este de Los Ángeles, donde operan varias bandas pequeñas afiliadas a La Eme. La Mafia Mexicana se refiere a estos pandilleros como Sureños.
En la operación han participado más de 500 agentes y culmina tres años de investigación sobre las actividades de La Eme. 35 de los detenidos ya estaban en prisión, otros 32 han sido arrestados en la madrugada del miércoles y hay 16 huidos a los que se busca en relación con este caso. Los que ya estaban encarcelados pasarán del sistema de prisiones del condado de Los Ángeles al sistema de prisiones federal, por lo que podrán ser repartidos por centros por todo el país y de esa forma romper su control sobre las prisiones del sur de California.
En las páginas de las denuncias desveladas hoy se puede leer que hay aproximadamente 140 miembros de la Mafia Mexicana en activo. Según los investigadores, poseen tal poder sobre la población carcelaria que tienen capacidad para ordenar actos violentos no solo contra otros internos, sino contra miembros de bandas que están fuera de prisión. Como dijo en rueda de prensa Paul Delacort, director adjunto del FBI en Los Ángeles, la violencia de las cárceles se extiende a las calles y afecta a nuestras comunidades.
Los miembros de la Mafia Mexicana controlan el tráfico de drogas dentro de las prisiones donde operan en el condado de Los Ángeles. A menudo, el método es que los pandilleros que están fuera se dejen detener por cuestiones menores, que les llevan a la cárcel 10 días o menos, y entren con la droga introducida en su cuerpo. Los investigadores citan especialmente el Correccional Twin Towers y la Cárcel Central para Hombres del condado. Asimismo, La Eme cobra impuestos por permitir cualquier actividad de drogas que no sean suyas.
Otra forma de obtener dinero es mediante pura extorsión. La Eme exige a todos los presos latinos relacionados con bandas que contribuyan con un porcentaje del dinero que gastan en el colmado de la prisión. Es decir, parte de lo que compran (comida, productos de higiene) tiene que ser entregado al líder de La Eme en el centro penitenciario, que a su vez lo venderá a otros internos. El sistema de extorsión lleva aparejados castigos, amenazas e intentos de asesinato, que se extienden a las familias de los internos fuera del centro.
Este es el aspecto central de la investigación, que se centra en las actividades dirigidas por dos de sus líderes, José Landa-Rodríguez, de 55 años (con una docena de apodos como Fox, The General, The Animal y Old School) y Luis Vega, Little One, de 33 años. Landa-Rodríguez controlaba todo el tráfico de drogas en las cárceles del sistema del condado de Los Ángeles, según dijo en rueda de prensa el fiscal federal Nicola Hanna.
La denuncia detalla cómo eran capaces de dirigir una compleja organización criminal con ramificaciones por todo el Estado sin salir de su celda. Para ello, los líderes de La Eme se valen de sus mujeres y sus novias para realizar las comunicaciones.
Por ejemplo, en una nota manuscrita (llamadas kites, en la jerga carcelaria en inglés) Luis vega ordenaba el 17 de julio de 2012 una paliza contra J. L., un pandillero, por haber dicho falsamente que tenía autoridad dentro de La Eme. También ordena que un sureño que le ha faltado al respeto sea apuñalado 13 veces. Los castigos de La Eme suelen girar en torno al número 13. Por ejemplo, el castigo más leve es recibir una paliza durante 13 segundos. El castigo crece en múltiplos de 13, de forma que la paliza se extiende a 26 o 39 segundos, según la gravedad de la ofensa.
Pero además, en la operación Dirty Thirds (llamada así por los diezmos que la mafia cobraba a los demás presos) ha sido detenido un abogado, Gabriel Zendejas-Chávez, acusado también de supuestamente facilitar esas comunicaciones aprovechándose del secreto de las conversaciones entre un abogado y su cliente. Según la investigación, el abogado llevaba las órdenes de Landa-Rodríguez a prisiones en el nivel estatal y federal, incluida la prisión de máxima seguridad de Florence, Colorado. También facilitó una trama de extorsión para sacarles 100.000 dólares a los Mongols, una banda de moteros.
El País
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