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Febrero 21, 2018 05:00 PM

De secuestradora a senadora por Morena



Por  Bibiana Belsasso
Cuando Andrés Manuel dijo que le daría amnistía a los criminales, algunos pensaron que era sólo una estrategia de campaña. La realidad es que ya empezó no sólo a darles amnistía, sino fuero como en el caso de Nestora Salgado, quien será senadora por Morena en la próxima Legislatura.
Nestora era la coordinadora de la Policía Comunitaria de Olinalá, y es acusada de haber participado en al menos 48 secuestros, entre ellos los de cuatro adolescentes de 11, 13 y dos de 17 años,  y además estuvo detenida por esos hechos en el penal de alta seguridad de Tepic, Nayarit. Será una de las representantes de Guerrero en la Cámara alta.
En una de las grabaciones que se presentaron en el juicio en su contra se escucha:
“Soy la comandante Nestora Salgado y sólo le llamó para decirle que a cambio de la libertad de su hija me tiene que entregar la cantidad de cinco mil pesos. Así es que ya sabe, cuando tenga esa cantidad me la entrega y entonces yo le entrego a su hija”.
La voz del otro lado de teléfono amenazó así al papá de María, un hombre dedicado al campo que no tenía para pagar la liberación de su hija, que acababa de ser detenida por la entonces comandante de la policía comunitaria del municipio de Olinalá, en Guerrero.
Nestora Salgado retuvo a María porque su familia se negó a “cooperar” para comprar armas a la policía. Durante su retención, a María la bañaban desde las 5 de la mañana con una cubeta de agua fría y después la sacaban al campo a trabajar.
Cuando no trabajaba, la mantenían encerrada dentro de una construcción que fue adaptada como cárcel, a la que llamaban El Paraíso, en el municipio aledaño de Ayutla de los Libres.
Todo esto está asentado en reportes de las autoridades de Guerrero, incluidos en los expedientes DGAP/136/3013 y TAB/FRZA/018/2013.
Mientras desempeñaba su papel de coordinadora de la Policía Comunitaria, entre sus detenidos estuvo el síndico Armando Patrón Jiménez, a quien la Policía Comunitaria acusó de haber participado en el asesinato de dos granaderos. Nunca lo presentó ante la justicia.
No sólo retuvo al síndico. Hubo en su tiempo decenas de detenciones y se pedía dinero a cambio de la libertad de personas.
Eso se llama secuestro: legalmente, un policía comunitario no puede mantener en cautiverio a nadie, y mucho menos exigir un pago por su liberación.
Ella misma hacía la negociación de los secuestros. Por las jóvenes adolescentes, que mantuvo por casi tres meses en cautiverio, exigió cinco mil pesos. Además obligó a los padres a firmar un documento que decía que las niñas estaban fuera de su hogar porque se estaban reeducando y con el que se comprometían a no interponer ninguna demanda en contra de la Policía Comunitaria.
Las víctimas han declarado que fueron recluidas en las peores circunstancias, con muy poca comida y en una celda con varios hombres. Incluso afirman que sufrieron tocamientos por un sujeto llamado el Comandante Cácaro.
Nestora logró salir del reclusorio alegando que era ciudadana norteamericana porque se había casado con un estadounidense, y que se habían violado sus derechos al momento de la detención —un caso muy similar al de Florence Cassez— y por las presiones de diputados del PRD, que ahora son parte de Morena.
Isabel Miranda de Wallace señaló en su momento los secuestros realizados por Nestora y ella, al igual que Alejando Martí, aseguran que los exgobernadores Ángel Heladio Aguirre y Rogelio Ortega, ambos afines a López Obrador, pretendían crear una ley de amnistía para brindarle impunidad e inmunidad a grupos guerrilleros y subversivos que operan en el estado de Guerrero.
Sin duda esto les da un gran capital político, y por eso la declaración de López Obrador de darle amnistía a los criminales.
No nos engañemos, la posición de Nestora Salgado en el Senado es la cuota que Morena le da al Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), que es una ruptura del Ejército Popular Revolucionario (EPR) mexicano, mayoritariamente compuesto por el comité estatal de Guerrero del PDPR-EPR.
Es la cuota que se le da a la guerrilla porque ésta en el país representa aproximadamente un millón de votos en las elecciones presidenciales.
Cuando pensé que a estas alturas de mi vida ya nada me podía sorprender, les debo de confesar que el hecho de que Nestora Salgado sea parte del próximo Senado, me resulta inconcebible.
Cuota insurgente
“Tengo algunas propuestas de compromisos”, aseguró Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de Morena, en reunión privada del Consejo Nacional de ese partido, en el que el abanderado pidió a los consejeros aprobar sus propuestas de candidatos “externos” a senadores y diputados, pues señaló que era necesaria la “unidad” interna. Los consejeros aprobaron su propuesta.
Fue así que el partido decidió postular a los expanistas Germán Martínez Cázares y Gabriela Cuevas, al exiliado líder minero Napoleón Gómez Urrutia. También destaca  la postulación para la Cámara alta y por la vía de mayoría relativa de Nestora Salgado, quien estuvo en prisión acusada de secuestro siendo comandanta de la policía de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) de Olinalá.
Salgado salió de prisión el 18 de marzo de 2016 tras ser detenida en agosto de 2013. En el momento de su detención tenía en cautiverio a 39 personas que, a su juicio, habían cometido alguna falta en la comunidad y por lo cual les exigía desde 5 mil hasta 50 mil pesos si querían quedar en libertad. Mientras juntaban el dinero, los obligaba a realizar trabajos en el campo con jornadas de las 06:00 a 19:00 horas. Su pago eran tres cucharadas de frijoles y dos tortillas al día.

De acuerdo con reportes de inteligencia hechos públicos en 2014, los grupos sociales que en 2013 estuvieron activos en la entidad, como el magisterio o policías comunitarias, fueron asesorados y penetrados por grupos guerrilleros, como el Ejército Popular Revolucionario (EPR), que se dio a conocer en 1996. (La Razón).

Publicado por:NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA

Admin Febrero 21, 2018 05:00 PM Destacado