La Reforma Fiscal de 2013, que permitió elevar los ingresos tributarios en 16.5% en promedio anual real entre ese año y 2016, y que fue crucial para compensar la caída de los ingresos petroleros de este sexenio, llegará con signos de agotamiento al cambio de gobierno.

Datos de la Secretaría de Hacienda muestran que el año pasado, estos ingresos tuvieron una caída de 0.9% anual real, al totalizar dos billones 992 mil millones de pesos; en tanto que este año se anticipa que disminuyan 0.4% real y que sumen dos billones 980 mil millones de pesos.

Así, los ingresos por concepto de impuestos estarán mostrando una caída acumulada 1.2% en términos reales en los últimos dos años del actual sexenio, lo que implica que el gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tendrá que hacer ajustes para contar con recursos recurrentes adicionales y poder cumplir sus promesas de campaña.

Si bien AMLO ha sostenido que financiará sus compromisos mejorando la calidad del gasto, es decir por la vía del combate a la corrupción, analistas han afirmado que será necesario que se emprenda una reforma fiscal que aumente los ingresos del sector público.

Ello porque el margen presupuestal actual es limitado, ya que 84% del presupuesto es de difícil modificación, además de que existen compromisos ineludibles que absorben cada vez más recursos como las pensiones, el gasto federalizado y el servicio de la deuda. Los expertos han resaltado también que uno de los retos del gobierno que encabezará AMLO es garantizar que los ingresos públicos dependan más de fuentes recurrentes, como los impuestos, y menos de fuentes volátiles, como el petróleo.

Esto debido a que en este sexenio se habrá logrado una despetrolización forzada de las finanzas públicas, por la caída abrupta tanto del precio como de la producción petrolera. En 2012, 39.4% de los ingresos totales eran de origen petrolero; de impuestos sólo provenían 37.4 por ciento. Para 2018, Hacienda proyecta que los ingresos petroleros representarán 19.4% del total, mientras que los tributarios serán 61.4 por ciento.