Los Centros de Datos Edge, conocidos también como de “cercanía”, son la opción más eficiente para contar con una fuente próxima de interconexión a donde se genera y se procesa la información, favoreciendo el intercambio de datos de manera más efectiva, rápida e ininterrumpida.
Estos Centros se han convertido en un elemento central en el desarrollo del Internet de las Cosas (IoT), de las ciudades inteligentes; facilitan el consumo de información en diferentes dispositivos que se conectan a la red y permiten a los usuarios contar con información y datos descargados a una mayor velocidad. Un ejemplo es la facilidad que tienen ahora los usuarios para transmitir vídeo en alta definición 4K con latencias mínimas desde dispositivos móviles.
Fortalecer los ecosistemas digitales implica poner las bases y plataformas para que una ciudad pueda brindar a sus ciudadanos tanto servicios como trámites digitales, infraestructura de interconexión de dispositivos; aplicaciones como semáforos inteligentes, sistemas de videovigilancia proactivos a través de sensores, sistemas de eficiencia de ahorro energético y racionalización de recursos, entre otros.
Hablamos también del acceso a servicios médicos digitales como la telemedicina, facilitando obtener citas o consultas con diferentes especialistas sin necesidad de los pacientes de trasladarse para diagnósticos preliminares.
Vale la pena destacar la oportunidad que representan los Centros de Datos Edge para aprovechar el Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés). Al dotar a todo dispositivo con un sensor integrado, se vuelve un potencial procesador de datos, ya no sólo un recolector. Esto permite que los análisis necesarios por los usuarios se vuelvan mucho más eficientes.
Un ejemplo de cómo el IoT y los Data Centers Edge se complementan pueden ser los relojes inteligentes, los cuales miden signos vitales de los usuarios, en tiempo real, por lo que pueden detectar cualquier patrón anómalo, como pudiera ser una arritmia. La información no tiene que cruzar el país para poder ser procesada, sino que se procesa de forma semilocal, más próximo al usuario, lo que abre la oportunidad de alertar oportunamente al involucrado para poder obtener la atención adecuada.
Al unir la velocidad de procesamiento y la cercanía, hay también un entorno favorecedor para el desarrollo de soluciones basados en la Inteligencia Artificial (IA), al poder analizar y procesar gran cantidad de datos.
Un ejemplo de cómo operan en conjunto la IA, el Internet de las Cosas y un Centro de Datos Edge es en los automóviles autoconducidos, los cuales requieren de información en fracciones de segundo para determinar si frenar o no ante un obstáculo imprevisto: desde una rama de árbol hasta un peatón que cruza, tomando en cuenta el número vehículos y personas en la calle, la velocidad y distancia de éstas. Cada fracción de segundo tiene un valor inestimable.
Es por ello que cada vez habrá mayor interés por desarrollar un ecosistema híbrido desplegando Data Centers Edge conectados a los Data Centers Core, una combinación que se vuelve lo mejor de los dos mundos: los primeros donde se generan las transacciones locales requiriendo baja latencia como tiempos de respuesta ágiles; los segundos, para albergar las plataformas que no requieren de la misma velocidad ni latencia.
Así, las ciudades tendrán la oportunidad de analizar y consolidar grandes volúmenes de información para transformarla en servicios más innovadores que se traducirán en una mejor calidad de vida para todos los usuarios.
Publicado por:Noticias de Última Hora
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