En los últimos 30 años los yucatecos han modificado sus hábitos alimenticios a grado tal que han surgido nuevas enfermedades y padecimientos que anteriormente no se veían en gente joven, revela un estudio del economista Felipe Alonso Solís. 

Dicha condición obedece a una cuestión global pues apunta a la tendencia internacional en la política de alimentos que al día de hoy está regulada en el mundo por tan solo 10 empresas, las cuales “dictan”, lo que se come, cuando se come y el costo de la misma. 

De acuerdo con el especialista de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) hay fenómenos que se recienten ya en la entidad, ya que de “configuraciones” típicas, cuando las familias acostumbraban sembrar en casa, en los patios, los yucatecos comen “lo que hay”. 

“Se trata de un fenómeno internacional no es algo que prive de forma exclusiva en esta entidad, pero sí podemos ver los efectos que en el caso particular de Yucatán son evidentes y los podemos enumerar de la siguiente forma”-dijo Alonso Solís. 

Los efectos más comunes en la entidad son; la desaparición del traspatio, la no siembra, el no consumo de productos del campo, el precio de los alimentos “sanos” es decir, aquellos que no son procesados como las frutas y verduras cada vez es más caro. 

A eso se suma el cambio de oficios que observamos en la ciudad, es decir, ahora es muy común que la gente ya no acuda a los mercados, ya no busque a los venteros de frutas y verduras, porque todo se concentra en los supermercados que son los grandes proveedores, dijo el entrevistado. 

Tal efecto ha hecho incluso que se modifiquen los “oficios”, ya que en varios mercados de la ciudad cuando otrora se observaba

“En economía existe una serie de factores conductuales, tomamos decisiones con base a la economía en todos sus aspectos. Por ejemplo si un alimento nos ofrece la facilidad de adquirirlo a bajos precios ya elaborado, buscamos evitarnos su elaboración. 

Por esta razón es el éxito de los refrescos embotellados. Si tú quieres hacerte un refresco natural, entonces tienes que conseguir la fruta, prepararla, requiere esfuerzo. En cambio, un refresco embotellado está listo para ser bebido, es decir, solo necesitamos comprarlo, es una decisión basada en la economía y que se estudia como tal” -dijo Alonso Solís. 

Sobre otras modificaciones en los patrones sociales de Yucatán y en el mundo están las apariciones de enfermedades nuevas y algunas reapariciones de la misma, como pueden ser el caso de la Influenza AH1N1 con su rápido contagio en 2009, la diabetes y sus manifestaciones a temprana edad, así como problemas cardiacos, sin dejar de un lado la amplia gama de la llamada “enfermedad del siglo” el cáncer en sus diversas manifestaciones. 

Lamentablemente a este tipo de regulación internacional se ha sumado que no solo Yucatán, sino en todo el país ya no exista una autosuficiencia alimentaria. Podemos mencionar casos concretos como el del maíz, siendo México una nación que tiene por base alimentaria, la mayoría del maíz que consume no es producido por nosotros,dijo el economista. 

Información de Sipse