Noviembre 14, 2017 07:00 PM
Aseguran que Trump ya está pensando en la reelección
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tenía una
pregunta directa para el primer ministro vietnamita, Nguyen Xuan Phuc: ¿Por qué
su país no compraba más equipamiento militar estadounidense?
Para Trump, un hombre de negocios viajero con estilo
propio, que recorre la región para revertir décadas de déficits comerciales, la
decisión de Vietnam de comprar armas a Rusia era incomprensible, casi
insultante. No importa el hecho de que la ley de Estados Unidos impidió ese
tipo de ventas hasta el año pasado.
Trump recordó a Phuc que ha sido presidente durante 10 meses, según dos
personas, que solicitaron mantener el anonimato por tratarse de una reunión
privada. ¿Qué estaba esperando?
Necesitaba victorias rápidas, le dijo a su equipo en la sala, porque se
presentaría a la reelección antes de que nadie se diera cuenta. Y las ventas de
armas, en opinión de Trump, son buenas para sus índices de aprobación.
La reunión fue un microcosmos de la visita de 11 días del presidente por Asia,
un viaje maratoniano en el que los líderes extranjeros prodigaron
constantemente a Trump con gestos halagadores, pero en el que Trump vio
frustrado su deseo de obtener victorias rápidas en temas de comercio o Corea
del Norte, que lo mantendrían a flote políticamente una vez de vuelta en casa.
Las naciones asiáticas estaban buscando señales de que Trump no había
abandonado la región cuando se retiró del Acuerdo Transpacífico de Cooperación
Económica (TPP, por sus siglas en inglés) en enero. La Casa Blanca parecía
sugerir que solo la duración del viaje era ya prueba suficiente, y tanto Trump
como sus asesores lo mencionaron una y otra vez.
Expectativas regionales
Los líderes locales buscaban seriedad y no solo energía: cualquier señal de que
Trump estaba preparado para ofrecer un potente contrapeso a China. Allí, les
ofreció pocas razones para el optimismo. Antes incluso de irse de Manila, su
última parada, ya estaba enviando tuits sobre la lucha por la reforma
tributaria en Estados Unidos.
El Gobierno "no está cumpliendo plenamente las expectativas regionales en
cuanto al liderazgo de Estados Unidos", según Scott Snyder, autor del
libro South Korea at the Crossroads, que se publicará próximamente.
"La presencia del presidente en Vietnam y Filipinas en las principales
reuniones regionales de la zona fue el requisito previo mínimo", dijo
Snyder. "Pero a falta de una estrategia regional más específica y
claramente articulada en relación con el sudeste asiático, probablemente se
considerará que no está a la altura de las expectativas".
Al igual que su primer viaje al extranjero en mayo, que comenzó con 110 mil
millones de dólares en ventas de armas a Arabia Saudita, Trump rara vez visitó
un país sin señalar que la compra de algunos F-18 sería un gran avance para
ganar su corazón.
En reiteradas ocasiones contó la historia de cómo un sistema de defensa
antimisiles fabricado en Estados Unidos había interceptado un cohete que se
dirigía a un aeropuerto en Arabia Saudita.
Sin embargo, regresará a su hogar en Washington sin haber obtenido un pedido
nuevo importante para los contratistas de defensa estadounidenses.
Cálida bienvenida
En China, la parada más importante del viaje, Trump expresó su admiración por
la visita a la Ciudad Prohibida y la actuación de ópera que le ofrecieron, y se
jactó de haber conseguido que el presidente Xi Jinping declarara públicamente
su deseo de una península de Corea desnuclearizada.
"Esa es una declaración muy importante", dijo Trump. "Hizo esa
declaración, y muchas personas no lo hicieron, no fueron conscientes del
asunto".
Pero China ha apoyado públicamente una península de Corea desnuclearizada desde
al menos 2005 y Xi lo ha dicho públicamente durante años.
Los dos países sí anunciaron 253 mil millones de dólares en acuerdos
empresariales, de los que forman parte gigantes industriales estadounidenses
como Boeing, Honeywell y General Electric, compañías de tecnología como
Qualcomm e incluso Goldman Sachs.
Pero muchos de los acuerdos son acuerdos preliminares que podrían no cumplirse,
y la medida adoptada por China de abrir su mercado para permitir una mayor
participación extranjera en la propiedad de compañías financieras ni siquiera mereció
una mención por parte de Trump.
En Hanoi, Trump también supervisó la firma de una serie de memorandos de
entendimiento entre las compañías estadounidenses de energía y aeroespaciales y
las empresas estatales vietnamitas. Pero no se anunciaron montos en dólares, y
miembros del personal de prensa de la Casa Blanca remitieron a sus homólogos
vietnamitas para obtener más detalles sobre estos acuerdos. (El Financiero)
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