Completamente ebria, la mujer apenas podía caminar por la icónica Franja de Las Vegas, The Strip, una de las calles más recorridas de la Ciudad del Pecado. Rendida, se desplomó y quedó tendida boca arriba. A su lado dejó la botella de whisky de la que ya había bebido más de la mitad.
No está claro cuánto tiempo pasó, pero no fue mucho. Al verla allí, completamente indefensa, un hombre decidió aprovecharse. Sin ningún escrúpulo, se acostó encima y empezó a besarla.
El abusador estuvo varios minutos así, haciéndole de todo a su víctima, que apenas podía mover la cabeza. En todo momento hubo decenas de personas alrededor, que iban y venían sin decir nada.
Un par de mujeres se acercaron, intercambiaron alguna palabra y luego se fueron. Algunos decidieron quedarse, pero para filmar la grotesca escena. El abuso concluyó cuando intervinieron dos empleados de seguridad privada, que le pidieron al hombre que se levante y deje tranquila a la joven.
La indiferencia de las personas ante el sufrimiento de desconocidos en la calle es un fenómeno cada vez más recurrente en distintas partes del mundo, y se suma a otro: la desesperación por filmar todo lo que ocurre. En los últimos meses se han conocido numerosos videos que muestran a gente pasando por delante de víctimas que acababan de sufrir accidentes o que estaban pasando por alguna situación extrema, y sin embargo no hacían nada por asistirlas. El Guardián